El  desagradable olor a descomposición que todo lo impregna, me taladra las fosas nasales y descoloca el estómago.

Asomada desde una precaria terraza de Fez El Bali, la medina más antigua de Marruecos, soy testigo asombrado de un oficio ancestral que en pocos lugares del mundo se sigue realizando a la manera tradicional, como aún se hace aquí: son los curtidores de Fez.

La finalidad del proceso de curtido es convertir el cuero bruto del animal en piel imputrescente y suave, y, las de Fez tienen reconocida fama por su suavidad y calidad.

Curtiduría en FezSus excelentes artesanos  dominan el arte de la fabricación de babuchas, bolsos, chaquetas, cojines…etc que luego se exportan o podemos comprar en los zocos y que son una de las principales fuentes de ingresos del país.
En todo Marruecos solo existen dos ciudades, Fez y Tetuán, donde se practican estas técnicas de curtir y tintar las pieles, pero es el Suq de los curtidores de la Medina de Fez el más conocido.

Ante mis ojos se despliega una panorámica excepcional: los abigarrados tejados de la Medina , llenos de pieles secándose al sol , encierran un gran patio encajado entre vetustos edificios, repleto de cubetas de piedras o noques que contienen  líquidos de distinto  color; cal, curtientes y sustancias tratantes vegetales y artificiales.

Curtidores en FezLa vista característica de los noques del suq de los curtidores y tintoreros es espectacular: decenas de hombres semidesnudos, parcialmente sumergidos en las cubetas apisonan, frotan, enjuagan y sacan las piezas de piel de corderos, cabras, bovinos o dromedarios en distintos estadios de su proceso de curación. La actividad es enérgica e incesante.  Cómo es posible que esta gente soporte las largas jornadas sin desmayarse? Es Mayo y las temperaturas ya rondan los 30 grados, pero el verano supone alcanzar hasta los 45 grados y los vapores que se desprenden deben de ser aún más intensos. El trabajo en la curtiduría es penoso y durísimo, y  no ha sufrido grandes cambios desde la Edad Media.

El proceso, a grosso modo  es el siguiente; primero los cueros brutos, que ya han sido previamente limpiadas de restos animales reposan durante varios días en cal y excrementos de paloma, en concreto es el excremento de paloma lo que le da la particular suavidad a la piel, y, desde donde estoy puedo ver que en los tejados hay varios palomares que surten de este guano a la curtiduría.

Curtidor con las pieles al hombroSeguidamente se repasan los cueros retirando restos de pelos o carne que hayan quedado adheridos y se sumergen entonces en las cubas que curten las pieles con la solución de curtimiento, una mezcla de aceites y curtientes naturales (como polvo de cortezas) o artificiales y por último se tiñen, con  pigmentos vegetales -índigo (azul), rubia o cochinilla (rojo), gualda o cártamo (amarillo) que  se mezclan con cáusticos para fijar el color. Por último las pieles se extienden en las terrazas de los edificios para secar al sol y desde este momento, los artesanos, que trabajan en los edificios anexos a la curtiduría ya las trabajan.

La tenería Dar Dbagh al-Chauara, literalmente «la casa del curtido», es la más importante de las curtidurías que se encuentran hoy en Fez. Explotadas en régimen cooperativo, los curtidores están agrupados en gremios administrados por un amin y, a pesar de las insalubres condiciones de trabajo, del contacto directo con químicos tóxicos, bacterias y  desechos,  el oficio se transmite de padres a hijos. Me traigo la impresión de que he contemplado una mina a cielo abierto en el corazón de la medina más antigua de Marruecos. De lo que no hay duda es  de que es una tradición viva en la artesanía del cuero de Fez.

Curtidor en la poza. Fez

 

 


 

Ana Morales

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