Breves apuntes sobre la Historia

Palacio de Topkapi. Mar de Mármara

He visitado la ciudad en cinco ocasiones y estoy segura de que habrá una sexta, y una septima porque Estambul es uno de esos lugares en los que hay tanto por ver, por pasear y por experimentar que siempre sabe a poco. Uno queda subyugado ante tanta riqueza y diversidad cultural. Y es que, los palacios, grandes mezquitas, bazares, museos, igle­sias y la  belleza natural del entorno pare­cen inagotables.

Una ciudad con una agitada e interesantísima historia, presente en cada recodo de sus calles, mezquitas y palacios, que invita a ser descubierta  sin prisas y con la imaginación.

Para los que aún no la hayan visitado,  una de las características más curiosas de la ciudad es que se encuentra situada a caballo entre dos continentes, el  europeo y el asiático, aunque tan sólo un 3% del territorio turco se encuentra en Europa. La zona europea se corresponde con la antigua Tracia. El resto del territorio corresponde a Asia menor o Anatolia.

Ambos continentes quedan separados por el estrecho del Bósforo, un estratégico brazo de agua que conecta el mar Mediterráneo con el mar Negro.

Así, uno puede desayunar en un continente y almorzar en el otro, sólo tiene que cruzar en ferry las dos orillas; una en la colina de Gálata, últimas tierras de Europa, y la otra junto a los minaretes de Üskudar, primeras tierras asiáticas. Un canal de siete kilómetros, el llamado Cuerno de Oro, divide en dos la parte europea de la ciudad.

Estambul_2013_103

Decía el viajero y escritor Edmundo de Amicis: “En Constantinopla pueden realizarse todos los caprichos, uno puede encenderse el cigarrillo en Europa y verter la ceniza en Asia”.

Precisamente porque la ciudad amalgama los restos de varias civilizaciones, creo útil y necesario hacer unos breves apuntes muy a grosso modo sobre la historia de la ciudad y  sólo centrándome en las fechas más relevantes. Este tema da para escribir libros y libros y no está en mi ánimo ir más allá, no soy ninguna experta, tan sólo una enamorada de la ciudad.

Así pues, en el año 667 a.c nace la ciudad griega bajo el nombre de Bizancio, en honor a su fundador, Byzas.

En el 330, el emperador Constantino El Grande la convierte en la capital del Imperio Romano, rebautizándola como Constantinopla, y se convierte en el símbolo de la cristiandad en oriente.  La Nova Roma, que tenía una ubicación estratégica excepcional, en la unión entre Asia y Europa fue engalanada con monumentales edificios y obras públicas, acorde a su status de Capital del Imperio Romano de Oriente. Para que deslumbrara, la mayor parte de las ciudades griegas fueron expoliadas de sus principales obras de arte.  Durante su reinado y el de su hijo Constancio II, se construyó uno de los símbolos universales de la ciudad: Hagya Sophia, dedicado a la sabiduría divina, símbolo del esplendor del imperio bizantino.

En el año 395, la división del Imperio romano en dos es un hecho, y Constantinopla quedó como capital del Imperio Romano de Oriente o Imperio Bizantino mientras que todo occidente caía en manos de los bárbaros y se sumía en la oscuridad de la Edad Media. De los emperadores que le sucedieron, Justiniano fue el que dejó una mayor huella en la ciudad y durante su reinado Constantinopla conoció su máximo apogeo.

El 1453, es otra fecha clave, Mehmet el Conquistador toma la ciudad. Constantinopla se convierte en la capital del nuevo Imperio Otomano. Durante este periodo la ciudad sufrió una profunda transformación cultural pasando de ser bizantina imperial a otomana, y de cristiano ortodoxa a islámica.

En el año 1923, con la proclamación de la República de Turquía, establecida por Mustafa Kemal Atatürk, Constantinopla pierde su capitalidad de siglos a manos de la naciente Ankara.  En 1930 se la vuelve a bautizar, esta vez con el nombre de Estambul. Pero no fueron estos los únicos cambios, Atatürk introdujo medidas revolucionarias que cambiaron en un par de décadas arraigadas costumbres sociales, llevando al país por el sendero marcado por las instituciones de carácter occidental. Entre ellas dispuso el reemplazo del alfabeto árabe por el latino, se introdujo un nuevo código civil, inspirado en el suizo, se instauró el código del vestido, prohibiendo el fez y el velo en las mujeres. Se proclamó el domingo como día de descanso, se abolió la poligamia y se sustituyó el calendario musulmán por el calendario gregoriano entre muchas otras medidas.

Todo y así, Estambul sigue siendo una ciudad que tiene un papel central en la industria, el comercio y la cultura de Turquía y sigue siendo la ciudad más importante de Turquía, con sus 15 millones de habitantes. En los años 60, con el gobierno de Adnan Menderes se firmó el Acuerdo de Ankara, que constituye el primer paso del país en su proceso de integración en lo que actualmente es la Unión Europea. Si algún día lo conseguirán es algo que no sé si llegaremos a ver.

 


 

Ana Morales

© Copyright | Todos los derechos reservados

Si te ha parecido interesante el artículo, ayúdanos a mantener el blog

error: Content is protected !!