En 2016 la ciudad monumental de Cáceres acogió más rodajes que en toda su historia.
Siempre he pensado que la ciudad Monumental de Cáceres es el escenario perfecto para ambientar cualquier película de la Edad Media o del Siglo de Oro español.

Sin aditivos, convertida en mercado de artesanos, en mercado medieval, o como marco incomparable de una de las procesiones de Semana Santa más sobrecogedoras que hay en nuestra geografía, como es la procesión del Cristo Negro. Aquellos que quieran acudir a verla, que sepan que nunca podrán olvidar una de las liturgias más austeras, medievales y sepulcrales que se puedan contemplar.

La he recorrido de cabo a rabo innumerables veces, dejándome transportar a otras épocas en las que la ciudad de piedra vivió su máximo esplendor  y desarrollo. Creo que puedo decir que conozco cada recoveco, arco, fachada o pequeña ermita que le confieren el encanto y el status del que goza como tercer conjunto monumental de Europa desde 1968, y desde 1986 como ciudad Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Y reconozco que lo tiene bien merecido. Atributos no le faltan, su excelente estado de conservación, sus dimensiones, sus edificios monumentales, su trazado original respetado, bien diferenciadas las partes más nobles de la zona judía o árabe…  son razones de peso más que suficientes.

Los que quieran disfrutar de ella tan sólo tienen que ponerse un calzado cómodo y salir con el propósito de pasearla sin prisas, dejándose maravillar por la piedra y siguiendo sus impulsos.

Multitud de edificios y espacios singulares se abrirán ante nuestros ojos. Por un lado, la parte más noble y monumental, con sus iglesias y torres desmochadas, con la concatedral de Santa María, o las «torres gemelas de la iglesia de San Francisco Javier» en cuyos pináculos anidan las cigüeñas gran parte del año, con sus casas palaciegas de ventanas forjadas, blasones y hermosos patios porticados cuajados de pilistras. Por otro lado, el barrio judío, abrupto y escalonado, con las pequeñas casas encaladas apiladas las unas sobre las otras asomándose al río. O el barrio árabe, con sus altos muros y pequeños huertos. Podéis contemplarla  extramuros, con el río, que la rodea por un costado, con su minúscula vega y sus lavaderos  en primer plano, y la ciudad monumental detrás.

No obstante, entendidos todos sus encantos, lo cierto es que la presencia de la ciudad en el cine no ha sido muy destacada. Desconozco las razones. Si nos remontamos en el tiempo, era claramente identificable en películas tan conocidas como «la Celestina», hace algunos años, o antes aún en la pícara «La lozana andaluza» o la famosísima  «1492. La conquista del paraíso», de Ridley Scott. Scott recreó en 1991 durante 15 días en Cáceres la Granada de Cristóbal Colón, con un montaje que costó nada menos que 4.000 millones de pesetas. Más recientemente ha sido la serie también española Isabel la que se ha rodado en la ciudad recreando la misma época histórica.

Sin embargo, en los últimos tiempos, han sido tres teleseries filmadas en 2016 en la ciudad, las que le han dado una mayor relevancia, y una publicidad inusitada, de esas que no se pueden pagar con dinero, pues me atrevería a decir que es de alcance planetario. La serie española «La catedral del mar», la serie norteamericana para la ABC «Still Star-Crosed», secuela de «Romeo y Julieta», y, por supuesto la serie de más éxito a nivel mundial de los últimos años, «Juego de Tronos», apostaron por Cáceres para  rodar algunos de sus capítulos. Habrá que esperar a que estrenen La Catedral del Mar para poder ver el resultado, ya que «Still Star-Crosed» es poco probable que la podamos ver en España; la primera temporada y seis meses de rodaje continuado en Cáceres, no han conseguido ganar a las audiencias, y por ello no se continuará.

Sobre Juego de Tronos, es hablar de lo que ya todos hemos visto.

La provincia cacereña ha acogido el rodaje más largo de «Juego de Tronos» en España hasta la fecha.

En el capítulo 3 de la séptima temporada Cáceres se convierte en  «Desembarco del Rey»,  capital de los Siete Reinos, la ciudad se rodó con anterioridad en localizaciones de Croacia y Malta. El rodaje nos muestra el entorno de la plaza de Santa María, es bien visible la torre del Bujaco, el Arco de la Estrella que se abre a la plaza, la Cuesta de la compañía y la Concatedral de Santa María. También la iglesia de San Mateo, la torre de las Cigüeñas y el Palacio de los Golfines de abajo. Los efectos especiales nos muestran también una fortaleza roja en la lejanía que no desentona con el conjunto.

Trujillo, con su castillo del s.IX, ha sido otro escenario ideal para ambientar esta serie  que hemos visto en la pantalla. Y el paraje de los Barruecos, con sus formaciones rocosas particulares, escenario de la que dicen es la batalla más intensa y larga de toda la serie con más de 300 extras y 80 jinetes especialistas, aunque eso sí, con unas montañas digitales que parecen sacadas del lejano oeste…

El capitulo 4 nos lleva a esa batalla, una de las más complejas y largas filmadas en la historia de la serie, donde veremos a los dragones junto con las tropas Dothrakis emplearse a fondo para acabar con las tropas fieles a los Lannister en una escena espectacular llena de fuego y acción.

 

 


 

Ana Morales

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