La colina de Calton o Calton Hill, en Edimburgo, en pleno centro urbano de la ciudad, nos ofrece un lugar privilegiado y gratuito desde donde poder disfrutar de las mejores y probablemente más románticas vistas de la Old Town.

Solo tenéis que localizar las escaleras que ascienden desde un costado de Regent Street, (más adelante os doy indicaciones). Es realmente sencillo de llegar, no necesita de una forma física especial y, está más cerca de lo que parece. Os lo recomiendo. Además la visita es totalmente gratuita.
Por cierto, tenéis que saber que está clasificado como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

 

Qué ver allí

Creo que las vistas han de ser vuestra principal razón para subir allí, pero sabed que, en este privilegiado mirador además hay varios monumentos de estilo neoclásico. Los identifico a continuación:

Monumento Nacional: ese edificio que nos recuerda al Partenón, (de hecho, pretende ser una réplica del mismo) se construyó a fines del siglo XIX para homenajear a los soldados caídos durante las Guerras Napoleónicas por el arquitecto William Henry Playfair. Realmente el edificio no se terminó a tiempo de que su arquitecto lo viese concluido.  El elevado coste de la obra retrasó en el tiempo su finalización y comenzó a ser conocido por los vecinos de Edimburgo como “la desgracia de Edimburgo”. Pues eso, son tan solo doce grandes columnas que se elevan sobre una base bastante elevada.

Monumento a Dugald Steward: Pero el edificio que posiblemente más habéis visto en postales y fotos de la ciudad es una especie de pequeño templo ateniense que es el monumento homenaje a Dugald Stewart, filósofo escocés y profesor de la universidad de Edimburgo. Es muy usado como pretexto fotográfico dejando ver la ciudad al fondo y se puede decir que es un icono de la ciudad.

Monumento a Nelson: El tercer edificio sobresale en altura de entre los demás, es el Monumento a Nelson, torre de 32 metros que conmemora la victoria en la batalla de Trafalgar. Se puede subir a la torre y entonces sí que podréis decir que habéis tocado Edimburgo desde las alturas.

Calton Hill es ideal para observar los astros, de ahí que el observatorio de la ciudad esté también en este lugar. Este permitió a Thomas Henderson (el primer astrónomo real de Escocia) descubrir cómo medir el paralaje y la distancia de las estrellas. El edificio ahora disfruta de una nueva vida como hogar de la Galería de Arte Colectiva, que se inauguró en noviembre de 2018.

La casita que se ve justo detrás del monumento homenaje a Dugald se alquila para eventos y también como vivienda vacacional, por si algún romántico/a está interesado. Junto a esta hay un restaurante con vistas al estuario.

En todo el recinto tenéis zona de sobras para tumbaros entre la hierba si lleváis una toalla, sentaros en los bancos que hay, trepar hasta el templo (vaya si está alto, por cierto) y tomar el sol. También podréis hacer buenas fotos de Arthur´s Seat y de la zona de Hollyrood Palace desde otro ángulo.

Tengo que decir que los monumentos no son el principal reclamo de este sitio, sino la posibilidad de descansar como si estuvieseis en medio del campo rodeados de espacios abiertos y hacer un relajante alto en el camino. Es ideal también para hacer un pic nic. Incluso por la noche suben músicos a tocar.

 

Calton Hill y las brujas

La colina de Calton fue el primer parque público de la ciudad cuando allá por el s.XV el rey Jaime II creo un espacio destinado a la celebración de torneos, eventos deportivos y otros actos de ese estilo. Pero pronto se convertiría en un lugar de entrenamiento militar vedado a los vecinos. También tuvo un monasterio carmelita (que acabaría siendo un hospital de leprosos) del que se dice que cualquiera que intentase huir de allí era colgado en la horca que había en la misma puerta.

Ya os he hablado de la historia de la brujería en Escocia y tenéis que saber que la colina de Calton fue uno de esos lugares donde se quemaron brujas en la hoguera. Una de las brujas inocentes de más alto perfil que ardió en una pira fue precisamente Janet Douglas, Lady Glamis del castillo de Glamis.

Se” encontraron pruebas en su contra” después de someter a tortura a sus sirvientes, quienes confesaron que su ama estaba involucrada en brujería.

Janet fue torturada y el 17 de julio de 1537 fue quemada en la hoguera en el lado norte de Calton Hill. Fue ejecutada a pesar de que era de sangre noble, por lo tanto, demostrando que nadie estaba a salvo de este aquelarre colectivo.

 

¿Cómo llegar?

A pie por Waterloo Place desde Princess Street (10 minutos). Desde el cruce entre Princess Street y el North Bridge dejando el hotel Balmoral a la izquierda, girad a la derecha para subir por Waterloo Place hasta llegar a Regent Road. Pasareis por la entrada del Cementerio de Calton; otro punto de interés.

Desde el edificio de Saint Andrew’s House, que identificareis por las grandes esculturas que tiene en la fachada veremos unas escaleras a la izquierda que se adentran en un jardín al otro lado de la calle; son las que conducen hasta Calton Hill. Solo tenéis que subirlas.

Autobús: nº 15, 25, 104 y 113 (parada de Saint Andrew’s House).