Pronto se cumplirán 21 años de aquel fatídico 11 de septiembre de 2001. Día en el que se puede decir que el mundo se paralizó: contemplamos en directo horrorizados a la par que hipnotizados un atentado que acabó con la vida de más de tres mil personas, que golpeó sin piedad los principales centros del poder de la nación más poderosa de la tierra y, que sin duda cambió nuestra forma de ver y sentir el mundo.

Ese día, según la versión oficial, cuatro aviones comerciales de pasajeros fueron secuestrados por terroristas islamistas. Dos cambiaron su rumbo y fueron a estrellarse contra el World Trade Center en Nueva York, un tercero contra el Departamento de Defensa en Washington y otro se estrelló en Pensilvania.

 

Las Torres Gemelas

Quizás entonces aún no éramos conscientes de que estábamos presenciando un momento histórico, que marcaría un antes y un después. El World Trade Center (WTC) era el complejo donde se encontraban las Torres Gemelas, símbolo del poder de la economía americana desde su apertura en 1973.

He hablado muchas veces con familiares y amigos de aquel once de septiembre, es curioso porque todo el mundo recuerda exactamente lo que estaba haciendo en ese momento y cómo se fueron enterando gradualmente de lo que estaba ocurriendo en aquella parte del globo por las noticias. Nadie sabía bien lo que estaba contemplando, pero era brutal, no podíamos dejar de ver las imágenes una y otra vez, repetidas hasta el infinito por todos los medios de comunicación. No había otra noticia, ni tampoco otra programación en la televisión. Todo fue suspendido.

Si en los años sesenta los de aquella generación recuerdan con nostalgia las imágenes de la llegada del hombre a la luna, acontecimiento sobre el cual se han hecho películas, canciones, etc, pienso que en la mía las imágenes que se han alojado en nuestras retinas han sido estas. También de ellas se han hecho igualmente películas, libros, documentales…y se seguirán alimentando toda clase de distintas teorías conspiratorias ya que 18 años después de los hechos, no se tienen datos certeros de lo que allí ocurrió.

La versión oficial ofrecida por el gobierno americano, que aseguró que los ataques fueron perpetrados por el grupo extremista afgano Al Qaeda liderado por Osama Bin Laden ha sido desmontada por expertos y estudiosos. Pero la supuesta explicación subyacente tras los atentados es incluso más escalofriante, apuntando a un atentado orquestado desde dentro y por el mismo gobierno de la nación.

Más de 400 metros de altura y 110 pisos separaban lo más alto de las Torres Gemelas de la vida a ras de suelo. Su estructura reforzada de acero y su diseño vanguardista (Minoru Yamasaki, 1966) estaban preparados para aguantar vientos huracanados de hasta 225 km/h e incluso “el embiste de un avión”. Concretamente el de un Boeing 707, según aseguró Lee Roberston, ingeniero del proyecto. No se podían imaginar que tendrían la oportunidad de ponerlos a prueba y que los edificios serían borrados para siempre del skyline de la ciudad.

La destrucción de las dos inmensas moles afectó a una superficie de 6,5 hectáreas de terreno que ocupaba todo el complejo del World Trade Center. Los equipos de rescate se movilizaron y trabajaron sin descanso durante las semanas sucesivas, día y noche, para buscar supervivientes y recuperar los restos de las víctimas, ganándose el respeto y el agradecimiento de la sociedad americana.

Qué falló aquel 11 de septiembre?  Apenas dos horas después de la primera colisión, ambos colosos se desplomaban como un castillo de naipes, con una diferencia de sólo 10 segundos. Todo quedó reducido a escombros y el ambiente se tornó irrespirable y denso envuelto en una nube de humo, ceniza y polvo. Sin embargo, es la primera vez en la historia que un edificio de acero se viene abajo así. La versión oficial haya la causa en el gran impacto de los Boeing 767, la carga de combustible y a los incendios que estas provocaron. La versión para oficial habla de micro detonaciones sincronizadas, de un complot desde dentro y de oportunidades empresariales multimillonarias y que sirvieron al Gobierno de EE.UU., bajo la administración de George Bush de justificación para la invasión de Irak y Afganistán.

Es probable que nunca lo sepamos, pero realmente no cambiará nada. Desde entonces el mundo no ha vuelto a ser el lugar amable que solía ser. El terrorismo ha existido siempre, quizás no a la escala que a raíz del 11 de septiembre empezamos a vislumbrar. Todos hemos sido víctimas de los atentados de modo indirecto, hemos renunciado a muchas de nuestras libertades para ser “protegidos”, determinados pueblos y religiones han sido señalados y son vistos con temor y suspicacia; sí, se han fomentado tensiones entre religiones que antes no eran tan acusadas, y ya nadie se siente seguro en ningún lugar. El juicio por los atentados terroristas del 11-S se retomó en septiembre del 2021.

 

Un nuevo comienzo

Actualmente en los terrenos que ocupaban las torres se han construido otros edificios, los arquitectos Daniel Libeskind y David M. Childs han diseñado un complejo formado por siete edificios, una terminal de transporte para pasajeros, un museo en recuerdo a las víctimas de los atentados del 11/S y un Memorial. El Memorial fue inaugurado el 11 de septiembre de 2011, durante la ceremonia del 10º aniversario de los atentados. Además en el complejo se ha construido el edificio más alto del hemisferio occidental con 541 metros de altura bautizado como The Freedom Tower o más coloquialmente como One World Trade Center con un observatorio público al que se puede acceder.

 

Cómo llegar?

En metro
Línea 1 hacia Cortlandt Street
Líneas 2 3 4 5 A C J Z hacia Fulton Street
Líneas 2 3 hacia Park Place
Línea E hacia Park Place
Línea R W hacia Rector Street
Línea R W hacia Cortlandt Street
En bus
Líneas 22, 5, 20, 9 y 103