Si hay una figura controvertida e importante, a la par que desconocida dentro de las filas del Imperio Otomano puede decirse que fue la de Rüstem Pasha Opuković, quien ascendió meteóricamente desde los campos de labranza de la Europa del este, (quizás Croacia, Albania o Serbia),  hasta ostentar el cargo de mayor confianza del hombre más poderoso de su tiempo, el Gran Solimán el Magnífico.

Sus orígenes no están muy claros, se le supone nacido en torno al 1500 y, como tantos compatriotas Rüstem Pasha vivía una vida sencilla (las fuentes indican que su padre nació en un pequeño pueblo cerca de Sarajevo y que solía cuidar una piara de cerdos de un campesino serbio) cuando fue capturado y vendido como esclavo en Estambul. Apenas era un niño.
Los oficiales imperiales lo “embargaron”  junto con otras propiedades a su primer amo en pago de impuestos impagados. Así el joven Rüstem fue enviado primero al Palacio de Gálata para recibir educación y luego al Palacio Imperial a servir como paje.

Pronto su inteligencia y su astucia innata le brindarán la oportunidad de ir despuntando y de apartarse del resto de sus compañeros. Dicen que un incidente en el Palacio lo colocó entre los pajes favoritos del Sultán. Un día, el sultán, dejó caer algo mientras miraba por la ventana, y todos los pajes, excepto uno, corrieron escaleras abajo para ser los primeros en atrapar lo que se le cayó. El joven Rüstem, sin embargo, parece ser que saltó ágilmente por la ventana y consiguió recuperarlo antes que nadie.

Con el favor del sultán, Rüstem comenzó una carrera meteórica en la que recibió formación en la misma Residencia del Sultán,  tras lo cual fue nombrado maestro de los guardias imperiales. Posteriormente se convirtió en el primer maestro de la caballería. Este ascenso y la confianza que el gran Solimán le profesaba captaron la atención de su primer Gran visir y amigo de la niñez Pargalı Ibrahim Pasha, quien observaba y seguía sus progresos con creciente inquietud. Este pronto conseguiría  distanciarlo temporalmente de la corte al proponerle para la administración de un Sanjak (distrito administrativo) en Anatolia, en un buen intento de alejarlo de Estambul.

Posteriormente, Rüstem Pasha sirvió como “Comandante de comandantes” de las provincias de Dulkadir y Diyarbakir y también como gobernador de Karaman. Todos estos cargos administrativos le permitieron a Rüstem ir acumulando una gran fortuna que le convertiría en el hombre más rico del Imperio Otomano. Fortuna que está probado venía del cobro de comisiones, dádivas y sobornos. Rüstem Pasha ya era muy criticado en su tiempo por unas prácticas que no eran ningún secreto ni siquiera para el sultán, quien sin embargo, no intercedía en su contra. El profesor Tayyib Gökbilgin publicó un extenso artículo sobre las prácticas corruptas de Rüstem Pasha. El artículo proporciona extractos auténticos de cartas en su mayoría anónimas enviadas a Solimán el Magnífico donde se le acusaba, con datos concretos y detalles. Por ejemplo, una carta indica que el Príncipe de Ulaha,  Mirce quedó exento de pagar 3 millones de monedas de plata en impuestos al imperio al enviar 1 millón de monedas de plata al gran visir.

La buena fortuna de Rüstem Pasha sufrió un nuevo giro del destino durante su mandato en Anatolia. En la búsqueda de un pretendiente adecuado para casarse con su querida hija, la Princesa Mihrimah, Solimán el Magnífico eligió a Rüstem Pasha como el candidato más elegible. Sin embargo, ante el inminente ascenso al poder de este, sus rivales comenzaron a difundir toda clase de injurias malintencionadas con el fin de desacreditarle, entre ellas el rumor de que padecía la lepra. Mehmet Celebi, el médico del palacio, fue el encargado de reconocer a Rüstem Pasha, quien de nuevo pareció ser asistido por el destino, ya que mientras lo examinaba,  este casualmente encontró un piojo en su ropa. Basándose en la creencia de que los piojos nunca infestan a los leprosos, el médico de palacio informó al sultán que el rumor era infundado, así es como Rustem Pasha adquirió el sobrenombre de «piojo de la suerte» ya que un piojo le abrió las puertas de una vida próspera.

Rüstem Pasha y la princesa Mihrimah se comprometieron y casaron poco después, un evento sin precedentes en toda la historia del Imperio Otomano. Mihrimah Sultan no era la representación de la belleza convencional. Su encanto radicaba en su notable inteligencia y saber estar, lo que facilitaba la relación con un Rüstem Pasha, cuyos ataques de celos eran conocidos por todos. Era sofisticada, elocuente y bien educada. Su glamurosa boda tuvo lugar en 1539.  Mihrimah Sultán dio a luz a un niño y una niña.

Mihrimah Sultan era muy querida por su padre, quien valoraba sus opiniones. Después de la prematura muerte de su madre, Hürrem Sultan  en 1558, se convirtió en asesora del sultán actuando en calidad de «Valide Sultan» (Reina Madre). A lo largo de su vida, y siguiendo los pasos de su predecesora, ella tuvo voz en muchos asuntos de estado, y también movió con gran soltura los hilos de la política. Poco después de su boda ella desarrolló una condición similar a la reumatoide y pasó la mayor parte de su vida lidiando con la enfermedad. Al igual que su madre, Mihrimah también era conocida por su piedad y benevolencia. Tras la muerte de su esposo  se convirtió en la mujer más rica del siglo, tanto que se podía permitir a menudo prestar dinero al tesoro y gastar su riqueza en obras de caridad.

 

El nuevo Gran Visir

Rustem Pasha estaba en una buena racha. En diciembre de 1544, durante una reunión del Consejo Imperial (Diván), Deli Husrev Pasha, uno de los visires, entró en discusión con el Gran visir Hadim Suleiman Pasha y, en la exaltación del momento, amenazó con su daga al Gran Visir. Al presenciar este comportamiento audaz en su presencia, Solimán el Magnífico despidió a sus dos visires y nombró a Rüstem Pasha como su nuevo gran visir. Algunas fuentes afirman que Rüstem Pasha lo planeó todo, sin embargo, esto no tiene mucho sentido debido a que Husrev Pasha inició una huelga de hambre después de este incidente, muriendo poco después.

Rüstem Pasha se convirtió en Gran visir (algo así como Primer Ministro) del sultán a la edad de 44 años. Llegaría a concluir dos mandatos y a convertirse en el visir de más largo servicio gracias a su inteligencia y diligencia. Desde este momento, 1544 el triunvirato formado por Rüstem, Hürrem y Mihrimah dirigió los asuntos de palacio frente a un Solimán que envejecía y que sólo veía la realidad a través de sus personas de mayor confianza Rüstem, Hürrem y Mihrimah.

Hasta aquí es la parte de la biografía de Rüstem menos conocida, y quizás, la menos interesante para el gran público. La que sigue es mucho más conocida.

 

La muerte del príncipe Mustafá

El asesinato del Príncipe Mustafá en 1553 es el punto de inflexión en la vida y carrera política de Rüstem Pasha. Si damos crédito a las malas lenguas, existió la creencia generalizada de que Rüstem Pasha en connivencia con Hürrem Sultan jugó un papel clave tras las circunstancias del asesinato del príncipe Mustafá. Este comenzó una eficaz campaña de desprestigio contra el joven príncipe,  y aprovechó su ascendente sobre el sultán para que este le diese crédito y creyese que su primogénito conspiraba para deponerle. Rüstem Pasha logró desacreditar al Príncipe informando de que los jenízaros hablaban de reemplazar a un sultán anciano por su hijo mayor Mustafá, así mismo le informó de que el Príncipe estaba en contacto con el Sha de Persia.  Solimán temía que su hijo, que ya contaba con el apoyo de los ejércitos, lo derrocara tal como su padre Selim hiciera años antes con su abuelo, Beyazid II.

Finalmente, durante la 3ª campaña militar iraní en 1553, el príncipe Mustafá fue convocado al puesto de mando imperial,  la propia tienda del sultán en Eregli donde se cumplieron los peores temores de su madre Mahidevran Gülbahar. Mustafá fue rodeado, atrapado y estrangulado hasta la muerte por los verdugos mudos del serrallo sin posibilidad de defenderse y en presencia de su padre. En La Soltane (1561), una obra dramática de Gabriel Bounin, se narra la muerte de Mustafá.

Un mes después el príncipe Jahangir, el hermano discapacitado de Mustafá, se suicidó por la impresión tan profunda que le causó la noticia del asesinato de su hermanastro con el cual tenía una afinidad y complicidad muy especial.  Ya solo los hijos de Roxelana seguían vivos.
Los jenízaros por su parte se indignaron por el cruel asesinato de su gran Príncipe, a quien respetaban y apoyaban, tanto que incluso los mercenarios comenzaron a referirse al Sultán como el «anciano senil» que había caído en las maniobras políticas urdidas por Hürrem Sultan y Rüstem Pasha, por lo que exigieron la muerte de ambos. Una carta anónima enviada por los jenízaros a Suleyman el Magnífico condenaba a Rüstem Pasha y lo hacía objeto de su furia.
Algunas de las fuentes de ese período afirman que Rüstem Pasha tuvo que abandonar los cuarteles por temor a su vida. El Sultán tuvo que deponer a su Gran Visir para protegerlo y nombró al segundo visir Kara Ahmet Pasha, el héroe de Tamesvar y también el esposo de su hermana la Princesa Fatma, como su nuevo Gran visir.
Parece que Rüstem Pasha mantuvo su posición de prestigio incluso después de ser despedido como gran visir.

El nombramiento de Kara Ahmet Pasha (también conocido como Gazi Ahmet Pasha) lo conduciría primero a la prosperidad, y luego a su muerte. Una vez que la turbulencia amainó, Hürrem recuperó de nuevo el control de la situación y logró que hicieran ejecutar a Kara Ahmet Pasha, reponiendo de nuevo en el cargo a su yerno Rüstem Pasha en 1555. Esta sería su última gran maquinación pues enfermó a comienzos de 1558 y falleció en la primavera del mismo año.

Kara Ahmet Pasha apenas estuvo en el puesto dos años, desde 1553-1555. Desafortunadamente, las fuentes históricas no proporcionan una razón plausible para el asesinato de Ahmet Pasha. Parece que Hürrem Sultan y su hija, la Princesa Mihrimah, trabajaron entre bastidores para llevar al yerno (y cómplice) de nuevo al poder, e hicieron matar a Kara Ahmet Pasha en base a acusaciones infundadas.
De hecho, una placa con una inscripción en la entrada de la mezquita de Kara Ahmet Pasha, situada en la zona de Topkapi, dice que el honor del Pasha se restableció en los años posteriores a su muerte. No sé realmente a qué se refiere.

Rüstem Pasha resultó fortalecido con todo este incidente, y, con el campo abierto para extender sus prácticas corruptas por todo el imperio, lo cual le reportó una colosal fortuna. Además, para no tensar demasiado la cuerda, ideó nuevas formas de recaudar ingresos para el tesoro. De una forma u otra, el tesoro del estado se reabasteció y recargó durante su mandato. Incluso el Sultán, a quien no le gustaba su frugalidad, apreciaba su genio financiero.

 

La construcción de la Mezquita de Rüstem Pasha

Se sabe que Rüstem Pasha estaba detrás de algunas estructuras arquitectónicas dedicadas a las causas caritativas en Estambul. Casi todos ellas fueron construidos por el arquitecto Sinan.

Sus proyectos se concentraron principalmente en el área de Eminönu y tuvieron un impacto en la vida religiosa, comercial y académica de la ciudad. El edificio más importante encargado por Rüstem Pasha fue el complejo social que lleva su nombre. El complejo social se erigió en una zona comercial extremadamente vibrante donde había escasez de tierras disponibles. Debido a esa escasez, Rüstem Pasha tuvo que construir su madrasa (que originalmente fue diseñada para ser construida dentro de su complejo social), en el área de Cagaloglu. La mezquita de Rüstem Pasha es una de las tres mezquitas principales que fueron construidas por el arquitecto Sinan en la fachada marítima de la ciudad.

Parece que Rüstem Pasha buscó meticulosamente una ubicación adecuada para su mezquita. Eligió el área justo al lado del baño turco de Tahtakale y compró la mayoría de los edificios circundantes en el área. Rüstem Pasha también fijó sus ojos en Attar Halil Ağa Mescidi, una pequeña mezquita más cercana, que, advirtió, atraía a una numerosa congregación. La hizo demoler con el permiso del sultán e incorporó la tierra a la de su mezquita. (Los restos de la pequeña mezquita fueron trasladados al barrio de Yenibahçe, en Aksaray, y la mezquita fue reconstruida allí para ser completamente destruida en 1956 durante la construcción del bulevar Vatan por parte de la autoridad municipal).

La construcción de la mezquita se presume completada en 1561, el año de su muerte, hay una entrada en este mismo blog donde cuento muchos detalles sobre ella porque es una de mis mezquitas preferidas.
La mezquita saltó a la fama principalmente por sus azulejos de İznik. El arquitecto Sinan usaba las cerámicas solo cuando era necesario para enfatizar ciertos puntos en las mezquitas que construyó, ya que era un material demasiado costoso para un uso intensivo. Sin embargo, la mezquita de Rüstem Pasha es diferente en esto. El interior de su mezquita se cubrió con azulejos de Iznik de pared a pared como si estuviera tratando de callar la boca a los que lo tachaban de espartano o de tacaño. La escuela de azulejos de Iznik estaba en su apogeo en términos de calidad técnica y artística. El resultado es  una mezquita bellísima que no debéis dejar de visitar.

Tras su muerte, Rüstem Pasha dejó atrás una increíble fortuna, estimada en 15 millones de ducados. En el Palacio de Topkapi se encuentra un libro con una lista de sus propiedades: 1.700 esclavos, 2.900 caballos de guerra, 815 granjas en Tracia y Anatolia, 76 molinos de agua, y  su espléndida biblioteca consistía en más de 5.000 obras literarias escritas a mano, etc.

 

 


 

Ana Morales

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