La gastronomía constituye una de las bases de la cultura china y sin lugar a dudas, ha servido como embajadora y difusora de esta civilización, ya que está presente en cualquier rincón del mundo.

Después de visitar China en tres ocasiones y de recalar en distintas partes del país, os aseguro que el tema de la comida da para una entrada solo de las anécdotas. Es realmente una gastronomía tan distinta a la que conocemos como dieta mediterránea que me parece interesante dedicar una post para que os hagáis una idea de cómo luce, huele, y, si fuese posible, hasta como sabe.

 

Comer en China

Lo primero de todo es decir que en un país tan extenso y diverso como China, no existe lo que en occidente acuñamos simplistamente como “comida china”. Los ocho estilos más representativos de su cocina son: Yue (Cantón), Lu (Shandong), Min (Fujian), Chuan (Sichuan), Zhe (Zhejiang), Su (Jiangsu), Hui (Anhui) y Xiang (Hunan). Hay además muchísimas cocinas regionales con ingredientes propios que no se encuentran en todas las ciudades. Por lo tanto la “comida china” dependerá de la zona del país en que nos encontremos. Esta, aparte de tener un sinfín de sabores singulares que no existen en la comida occidental, destaca por la abundancia de ingredientes, los cuales se mezclan entre sí para, por una parte, sacar los sabores originales de cada uno, y por otra, coordinarlos hasta obtener un conjunto nuevo de sabor.

Otra cosa que hay que señalar es que por supuesto los platillos comunes a la mayor parte de los restaurantes chinos en occidente, como el famoso arroz tres delicias, o los rollitos de primavera son desconocidos para los propios chinos una vez allí. La gastronomía china se ha adaptado al paladar occidental, y, para ello se ha sacrificado esta originalidad, intentado occidentalizar y simplificar sus platos hasta tal punto de que es cada vez es más difícil comprender su gastronomía en la que predominan las comidas viscosas que camuflan unos ingredientes no del todo recomendables con salsas, colorantes, espesantes y mucho glutamato que a mí personalmente me suele sentar fatal. Sin embargo, estos sucedáneos baratos no representan en absoluto la dieta tradicional china, basada principalmente en vegetales y con bajas dosis de proteínas, una de las más recomendadas del mundo. Cocinada al vapor, con mucho vegetal, poca grasa y prácticamente nada de fritos…

También nos llamará la atención el que en China todas las partes de los animales de consumo parecen ser utilizables, y algunas se consideran auténticos delicatessen….que aquí o bien desechamos o ya no tienen buena prensa como la casquería diversa, por sus altos niveles de colesterol.

El arroz es una parte muy importante de la dieta asiática pero si vas invitado a algún sitio por un anfitrión chino no lo verás. Este querrá ofreceros lo mejor de su despensa y por eso no os ofrecerá arroz, reservado para el día a día pero no para honrar a un invitado.

Otra cosa que os chocará es que el agua, y algunas bebidas en china se consumen calientes. Sí, lo veréis por doquier, en el mismo aeropuerto hay fuentes de agua caliente, y te avisan para que no te quemes la garganta. Así que ya sabéis, si queréis ver cara de perplejidad en el camarero/a de turno, pedir una cerveza bien fría, y es muy probable que no os entiendan pues es inconcebible que alguien quiera comer con un líquido frío. Hay que decir que a efectos de la digestión, el líquido caliente la favorece, ayuda a disolver y procesar la grasa de los alimentos, y que el frío no ayuda nada. El agua, salvo que les insistáis, será siempre muy caliente. Si cuento esto es simplemente para que entendáis que no sabemos nada de una cultura que a menudo nos rodea, de la que oímos hablar en las noticias, incluso algunos tenemos vecinos chinos, pero realmente lo desconocemos casi todo.

 

Comer en la calle en Nanjing

Las orillas del río Qinhuai son uno de los lugares más populares y animados de Nanjing. Comprende una amplia zona peatonal de varias calles paralelas llenas de edificios bajos que aunque de nueva construcción en su mayoría contribuyen a recrear la arquitectura tradicional de esa época, dinastías Ming y Qin, con tejados apuntados en forma de pagodas, la mayoría de los cuales son restaurantes, y tiendas de souvenirs. En este imán turístico también conocido como Fuzi Miao, comer es tan importante como adorar al gran filósofo Confucio en su famoso templo. Los locales gustan de pasear y sentarse a comer en familia, es una de las actividades que más se disfrutan. El principal reclamo de este lugar es que se trata quizás de la zona de la ciudad con mayor oferta gastronómica, con restaurantes de todas las cocinas, presupuestos y tamaños. Se ofrecen más de 200 variedades de tentempiés locales en alrededor de 20 restaurantes, incluyendo algunos bien conocidos como Nanjing Impressions, Gui Guang Ge, Jiang You Ji y Yong He Yuan, y otros más a pie de calle especializados en un único tipo de comida que podríamos calificar como comida rápida.

 

Entre la comida de restaurante más elaborada los platos más populares son la sopa de sangre de pato y fideos de almidón de batatas, el tangbao (albóndigas al vapor rellenas de caldo y de cerdo tierno, sublimes), los fideos pidu (una apuesta segura con sus quince ingredientes diferentes), los cangrejos peludos (sólo si vais en temporada, entre mediados de septiembre y mediados de octubre), el pato salado, la colorida gelatina de tofu, los dumplings y el arroz remojado en té, aunque reconozco que a menudo no resulta muy atractiva ni a la vista, ni al olfato. En la calle veréis patas de pollo fritas, brochetas de pulpo a la parrilla, comida al vapor, y pato, mucho pato: omnipresente la sopa de sangre pato (los lugareños lo consumen muchísimo pero opino que hay que estar bastante enamorado de la comida china o ser al menos valiente…), los patos lacados, los patos en salmuera (servidos frío y muy típicos de aquí)…incluso pude ver otro tipo de patos que se vendían para llevar enteros y como envueltos en una especie de arcilla negra que no tuve la oportunidad de averiguar cómo se llamaban.

Los amantes de la cocina china disfrutarán con la comida local. Los demás sobrevivirán a base de tangbao y fideos pidu. Os recomiendo daros una vuelta por toda la manzana y curiosear los puestos de comida antes de decidiros. Dejad que vuestro olfato os guíe. Fruto de mis paseos y de mi curiosidad están las fotos que hoy os muestro.

Nota: Por cierto hay varios restaurantes de larga tradición, Wan Qing Lou (晚晴 楼) y Qinhuai Renjia (秦淮 人家) que son famosos por servir los “Ocho tesoros de Qinhuai”(秦淮 八 绝), un banquete de aperitivos con ocho pares de aperitivos icónicos que se originaron a lo largo del río Qinhuai, por si queréis probar lo más representativo.

 

 


 

Ana Morales

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