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El interés de Alicia Núñez por la fotografía comenzó a una muy temprana edad. La pasión por África y sus gentes, llegó después. Y nunca la ha abandonado. A pesar de haber viajado por medio mundo, Alicia siempre vuelve a África, fascinada por sus colores, sus paisajes y  sobre todo, por las personas de distintas etnias que desde sus magníficas fotografías nos miran con una intensidad y serenidad apabullantes. A través de esta entrevista podremos conocer a la fotógrafa Alicia Núñez, pero también a la persona y a la artista, que hasta el 4 de Noviembre expone `Surmas´ en la Casa de la Provincia de Sevilla. Hoy presenta su libro en National Geographic Store de Madrid.

surmas1El plato insertado en el labio constituye uno de los rasgos distintivos de las mujeres surma. FOTO  ©  Alicia Núñez

 

Alicia Nuñez – Surmas, el tiempo detenido

Por Ana Morales para GEA PHOTOWORDS

Alicia Núñez, psicóloga de formación y funcionaria del Cuerpo Superior Facultativo de la Junta de Andalucía, de profesión, es una caja de sorpresas. No sólo ha realizado varias exposiciones fotográficas sobre el continente negro, recorriéndolo de cabo a rabo y retratando su gran diversidad étnica, sino que además ha elaborado amplios reportajes de sus viajes por los cinco continentes, y ha colaborado en la escenografía de  la obra teatral “La soga del diablo” dentro de los actos conmemorativos del Día Internacional de la Mujer. Alicia es una persona inquieta, honesta y de profundas convicciones sociales que se ven plasmadas en sus fotografías. Su trabajo huye del efectismo y de la visión truculenta que es tan común cuando se retrata el continente africano.  No busca escarbar en las tragedias humanas, ni en las desgracias personales, porque si bien es innegable que existen, no es menos verdad que también hay otra África, la de la vida cotidiana, la de la dignidad de personas que luchan por tener, para ellos y sus hijos, un futuro mejor y que es la que ella nos muestra en sus imágenes.

Aunque sabemos que has recorrido el mundo con tu cámara, ¿qué es lo que te lleva a África por enésima vez?

Es cierto que he recorrido multitud de países pero cada vez que viajo allí tengo la sensación de volver a casa, de volver a los orígenes. En África todo está en su estado más puro. Conviven estrechamente unidos la vida y la muerte, la alegría y el dolor, la felicidad y la pobreza. Es una explosión de color, música, naturaleza… En ningún lugar del mundo encuentras miradas como las que allí te regalan sus gentes, por no hablar de sus sonrisas y de su generosidad. Cuando paseas por sus poblados o mercados no te sientes extranjera, te conviertes en parte de ese paisaje y cuando tienes que marchar sabes que un gran trozo de ti se queda allí cautivo, por eso siento la necesidad imperiosa que volver.

surmas2Las niñas surmas se enfrentan a la continuidad de las tradiciones que desfigurarán sus rostros. FOTO  ©  Alicia Núñez

¿Crees que a través de tus fotografías se puede cambiar los clichés que inevitablemente se tienen de África: pobreza, conflictos enquistados…etc?
Ese es uno de los principales objetivos que persigo con mis fotos. Quiero transmitir una imagen de África distinta a la que estamos habituados a ver de niños hambrientos, enfermos de sida, mujeres famélicas…que es cierto que existe pero también hay otra África, la de la vida cotidiana, la de la dignidad de personas que luchan por tener, para ellos y sus hijos, un futuro mejor. En mis fotografías destaco el orgullo, la altivez, el poderío de personas cargadas de dignidad. Personas que el espectador occidental no mire desde la pena generando en él un sentimiento de superioridad, sino enfrentarlo a hombres y mujeres, hermosos, fuertes que, a través de sus miradas de iguales, le hagan cuestionarse el porqué de las diferencias de derechos que existe entre ellos y nosotros. Intento transmitir que somos iguales en deseos, en necesidades, en preocupaciones pero muy diferentes en cuanto a los derechos que nos asisten.

¿Qué has aprendido de los protagonistas de tus fotos?

He aprendido muchísimo, primero lo que significa no tener nada porque allí cientos de miles de personas carecen de absolutamente todo y ese desequilibrio con este primer mundo hace que te reveles por dentro y te vuelves más radical en tus posturas contra las diferencias. He aprendido de su sentido del honor, allí la palabra es ley. Del respeto a los mayores a los que consideran libros andantes cargados de sabiduría. El valor y el apoyo de la familia, tan necesaria para ser felices y para sobrevivir. El apego y cuidado de los niños que es compartido por toda la comunidad. Todos esos valores que aquí se perdieron hace mucho tiempo y que, mucho me temo, no volveremos a tener.

He leído que, a menudo se califica a Alicia Núñez como “fotógrafa humanista”. ¿Cómo te definirías tú?

Bueno, alguien me llamó la fotógrafa del alma porque dicen que a través de las miradas capto el interior de las personas. Es un halago precioso que agradecí muchísimo. Ojalá fuera así. Lo que siempre pretendo es ser honesta y objetiva, no manipular al espectador pero ser capaz de hacerle reflexionar, que se establezca un dialogo entre el fotografiado y el observador. Un ¿qué te dicen, qué les dirías?. No soy capaz de definirme de ninguna manera. Soy psicóloga, me gustan las personas y lo que llevan dentro y es lo que intento transmitir. El respeto, cariño y admiración por la gente, sean de donde sean y vivan donde vivan.

surmas3Mirando al futuro. FOTO  ©  Alicia Núñez

Háblanos de tu primera exposición “El corazón de África” y que fue visitada por más de veinte mil personas. ¿Esperabas despertar tanto interés?

“El corazón de África” fue mi primera exposición, el resultado de seis años de viajes por ése continente. Sabía que iba a gustar pero la respuesta, tanto del público como de la prensa, fue apabullante, no me lo podía ni imaginar. La gente la visitaba y volvía una y otra vez acompañando a amigos y familiares. Se emocionaban viendo las imágenes. Aún nadie me conocía como fotógrafa y me gustaba mezclarme anónimamente entre el público y oír los comentarios. Fue increíble y me dió el impulso y la seguridad para seguir avanzando. Se editó un precioso libro con el mismo título, en él colaboraron 53 escritores de la talla de Vicente Verdú, Manuel Hidalgo, Zoé Valdes, Fernando Marías, Nerea Riesgo, José Luis Muñoz, entre otros muchos, aportando una frase a las fotografías, fue una experiencia muy bonita y de la que guardo muy gratos recuerdos. Cada uno de ellos decía que su foto era más bonita que la de los demás, fue muy simpático. El libro se agotó en un mes y medio.

Los Surmas son uno de los pueblos más desconocidos y aislados del África negra. ¿Cómo accediste a ellos?

Hace diez años estuve en Etiopía. Fui al norte, a la zona de Gondar y Lalibela. Hice una travesía por las montañas Simiens pero cuando baje al sur me quedé fascinada por la variedad étnica que encontré. Me enamoré totalmente de este país pero me quedó una asignatura pendiente pues no pude viajar a la zona de los Surmas, porque entonces era un territorio prácticamente inaccesible. Durante años intenté volver pero no encontraba la forma de llegar, hasta que hace dos años me dijeron que ahora si había la posibilidad de hacerlo y me fui sin pensármelo dos veces. Fue un viaje muy duro y agotador pero mereció la pena.

¿Cuál de las fotografías de esta nueva exposición destacarías y porqué? ¿Qué historia hay detrás de ella?

Es difícil destacar alguna porque hay muchas que me gustan por distintos motivos pero hay una de una mujer mayor que me impactó desde el primer momento que abrí el archivo. El tiempo le ha labrado una piel que recuerda a la de los elefantes. Curtida por el sol, la aridez, surcada de arrugas pero llena de historias. Su mirada es esquiva y su rostro, severo. Puede representar un compendio de lo que es ese pueblo. Un grupo étnico que nunca sonríe, con una tradición de siglos y sintiendo el orgullo de su identidad surma.

surmas4Portada de ‘Surmas, el Tiempo Detenido’. FOTO  ©  Alicia Núñez

‘Surmas: el tiempo detenido’
Hasta el 4 de Noviembre de 2012
Sala de Exposiciones de la Casa de la Provincia de Sevilla (Plaza del Triunfo,1)
Horario: de 10:00 a 14:00 y de 18:00 a 21:00 de martes a domingo.