Estambul tiene más mezquitas que cualquier otra ciudad en el mundo. No es una casualidad, ya que esta rutilante capital entre dos mundos es considerada como una suerte de Vaticano por los musulmanes de todo el mundo.

No importa a donde te lleven tus pies, te muevas por donde te muevas en la ciudad, bien sea en los barrios históricos como en los de negocios, en los elegantes centros comerciales o en los más lejanos suburbios, en la zona Europea o en la Asiática, hay algo que os puedo asegurar: escucharéis la llamada del muecín por encima del tráfico, de la multitud, incluso como una penetrante letanía desde las alturas. Y, es más, también estoy segura de que esta logrará estremeceros, porque al margen de creencias religiosas, hay una belleza innegable en estos cánticos que te tocan el espíritu, y que marcan el ritmo de la vida para los musulmanes.

Aunque las mezquitas más famosas y visitadas se concentran en las áreas históricas de la ciudad y pueden ser calificadas como obras maestras (600 de las mezquitas de la ciudad se remontan a la época otomana), la edificación de nuevas mezquitas en Estambul continúa hoy. Hay algunos megaproyectos tan sonados como la mezquita prevista en el entorno de la plaza de Taksim o la controvertida megamezquita de  Camlinca, en el lado asiático, que de llevarse a cabo triplicaría en capacidad a la mismísima Mezquita Azul.

Por ello hoy quiero hablaros de una mezquita especial que rompe moldes en cuanto a los  diseños previos. La mezquita de Şakirin es sin duda la Mezquita más moderna y más comentada de la ciudad, y, me atrevería a decir que la única diseñada y decorada por una mujer, la elegante arquitecta de interiores y diseñadora Zeynep Fadillioglu (Fadıllıoğlu). La mezquita fue construida en 2009 en memoria de Ibrahim y Semiha Şakir por sus descendientes. (Zeynep Fadıllıoğlu es su sobrina nieta). El nombre de la mezquita es, obviamente, un reflejo del apellido familiar pero también tiene el significado literal en árabe de «los que están agradecidos (a Dios)».

Emplazada en Üsküdar, en el barrio asiático de Zeynep Kamil, y cerca del mayor cementerio de la ciudad, el de Karacaahmed,  se haya la mezquita de Sakirin. Una muestra de que incluso en el arte religioso, es posible innovar. Y que esto no lo hace menos sacro ni le resta solemnidad. Fadıllıoğlu ya era reconocida internacionalmente antes de este proyecto por su trabajo de diseño de interiores en casas, hoteles, tiendas, discotecas y restaurantes, pero esta fue su primera vez trabajando en una estructura religiosa. De hecho Zeynep, amante de la arquitectura clásica de las grandes mezquitas otomanas, refiere que a menudo siente malestar cuando observa como las mezquitas construidas  contemporáneamente son copias de mala calidad que imitan el estilo y los motivos de aquellas obras maestras. Consultando a historiadores y teólogos del arte a lo largo del proyecto,  y con la ayuda inestimable de su equipo de diseñadores y artistas el resultado fue en 2009, la inauguración de un espacio contemporáneo verdaderamente notable para el recogimiento y la oración. Una mezcla de influencias del pasado y del presente, del este y del oeste.

La primera impresión que se tiene al entrar en la mezquita es de luz, espacio abierto y elegancia. Incluso el área de las mujeres, que suele ser una pequeña zona cerrada en las mezquitas tradicionales, es un amplio balcón separado brevemente del resto del espacio y que permite a las mujeres la contemplación de una extraordinaria lámpara o chandelier de cristal bellísimo, compuesta por pequeños globos de vidrio suspendidos cual gotas de agua. El diseño hace referencia a una oración, “que la luz de Dios caiga sobre los fieles como la lluvia durante la oración”. Los anillos de la lámpara también tienen los 99 nombres de Dios escritos en ellos.
A través de grandes ventanas en tres lados de la sala de oración se filtra la luz del sol, las paredes con inscripciones doradas reciben esta luz, haciendo que parezcan páginas del Corán. El minbar curvo es de color crema y está cubierto con un elegante diseño de hojas y claveles que representa el universo. El curioso mihrab, de vibrantes tonos turquesa y oro, fue inspirado, al igual que las rejas de hierro forjado de las ventanas, por los patrones históricos de Selçuk. Incluso la pálida alfombra de pelo de camello, anudada a mano es especial en su simplicidad.

EL exterior no se queda atrás. Su forma lisa, metálica y las piedras gris oscuro complementan y contrastan con la luz y el espacio interior. El arquitecto Hüsrev Tayla, que trabajó en la mezquita de Kocatepe en Ankara, diseñó una sola cúpula de aluminio flanqueada por dos estrechos y esbeltos minaretes.

En el patio se encuentra una elegante fuente del diseñador británico William Pye, que consiste en una esfera de metal que refleja la mezquita desde todos los ángulos y que se dice representa el universo.

Este barrio de Zeynep Kamil en Üsküdar,  está fuera de las zonas turísticas habituales y en una parte de la ciudad que mucha gente no ve, pero no es difícil de encontrar y creo que aquellos que sintáis curiosidad os sentiréis recompensados en vuestro esfuerzo.

Dirección:  Barbaros Mahallesi, Nuhkuyusu Cd Karacaahmet Mezarlık Girişi No:2, 34662 Üsküdar/İstanbul, Turquía

 


 

Ana Morales

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