A espaldas del concurrido balcón de los perezosos, en medio del Boulevard Pasteur de Tánger, se encuentra la tienda de perfumes y esencias más famosa y antigua de la ciudad: Madini, un negocio artesano que lleva catorce generaciones transmitiéndose de padres a hijos y que comenzó con una pequeña tienda en el centro de la medina.

Su existencia no es ningún secreto ni para la población local que espera pacientemente a ser atendida ni para los extranjeros que buscan traerse un recuerdo olfativo de su paso por Marruecos, por ello creo interesante hablaros un poco de esta tienda, casi una institución en Tánger.

Madini puede que nos suene a italiano, pero lo cierto es que los Madinis, como se conocía a la familia no significa más que «los que vinieron de Medina«.
La historia de los aceites Madini comienza con los Hariris, una eminente familia de Arabia Saudi que durante siglos fueron perfumistas y comerciantes de seda en la ciudad de Medina. Cuando Moulay Hafid, sultán de Marruecos, se casó con un miembro de la familia Hariri alrededor del cambio de siglo, varios miembros de la familia Hariri se establecieron en Tánger, donde pronto se ganaron una gran reputación que dura hasta nuestros días por producir los mejores perfumes y esencias. La tradición centenaria que ellos representaban floreció en Marruecos, que es conocida por su excelente y variada flora.

La lejana Arabia, de hecho era conocida como “la tierra de los perfumes” por lo que esto nos da una idea de la tradición perfumera que hay detrás. Fueron los árabes los que asimilaron y perfeccionaron los conocimientos de culturas anteriores (egipcios y romanos) aprovechando su saber y desarrollando nuevas técnicas. Y fue el árabe Jabir Ibn Jayyan, padre de la química moderna quien inventó el alambique, crucial en el destilado de las fragancias. Con la llegada de los árabes a España este arte se transmitió al resto de Europa. Se dice que en Al- Andalus se producía el agua de rosas más exquisita y es sabido que en Granada hubo zoco de los perfumes hasta el s. XII, aunque el oficio del artesano perfumero era visto con recelo pues la técnica servía también para hacer bebedizos y venenos…

Según el libro “Paraísos de Al Andalus: el jardín hispano árabe” en La Alhambra existía una estancia conocida como la duwayra en la que se conservaban los más refinados perfumes.

En la familia Madini, el arte de crear, mezclar y aplicar los aceites esenciales se ha transmitido de generación en generación verbalmente e implica un aprendizaje largo y arduo donde las sensibilidades olfativas requeridas son extraordinarias, porque muchas de las creaciones incorporan cantidades minúsculas de esencias raras que deben armonizar con otras fragancias dominantes.  El actual jefe de la familia Madini, Suleiman, practicó bajo la dirección de su padre, Ibrahim Sherif Madini, durante más de quince años antes de asumir sus responsabilidades de liderazgo. Y es que a lo largo de los últimos 400 años, su familia ha creado esencias de perfume naturales y libres de alcohol (ya que la tradición islámica lo prohíbe) de la más alta calidad. Muchas de las composiciones datan de siglos y todavía hoy se siguen preparando del mismo modo que marca la centenaria tradición sufí de la perfumería islámica.

Las esencias de perfume son totalmente diferentes de los llamados «aceites esenciales», que son simplemente los aceites extraídos de una sustancia en particular, por lo general botánicos. Estos carecen de la sofisticación y el equilibrio de un perfume mezclado con arte. Y ni que decir, las esencias de perfume Madini también son un mundo aparte que nada tienen en común con la legión de perfumes baratos creados a partir de productos químicos de síntesis.

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Madini Perfumeurs | Tradición en la creación de perfumes en Tánger

Entrar en la perfumería Madini del Boulevard Pasteur colmará vuestros sentidos, aunque eso sí, no encontrareis una perfumería al uso tal y como estamos acostumbrados, un espacio elegante, brillante y sofisticado, sino un reducido espacio con solera, con estantes de cristal donde todo tipo de botecitos y frascos se ofrecen a la vista. En el estante superior alrededor de las paredes de la tienda vereis enormes recipientes de vidrio que contienen los extractos básicos que se mezclan para hacer perfumes diferentes: rosa, vainilla, limón, violeta, helecho, musc y tantos otros.

En su mostrador de madera los dependientes dan a probar las esencias a petición de la clientela. En el escaparate, algunas de sus creaciones más especiales acompañadas  de los utensilios necesarios para conseguir el destilado de la fragancia, antiguos contenedores de vidrio y cristal de perfume, un alambique, un destilador de cobre antiguo, jabones…etc.

Madini también hace perfumes con alcohol, «inspirados» en  perfumes conocidos. Pedid la lista con los números equivalentes.

 


 

Ana Morales

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