Mercados y mercadillos de Estambul

 Aunque Estambul es una inmensa ciudad donde existen decenas de centros comerciales para todos los bolsillos, tiendas y supermercados, los mercados callejeros tradicionales no han perdido adeptos. Y es que la asombrosa variedad de productos que se pueden encontrar y los precios populares son un reclamo más que suficiente para las clases medias y humildes de la ciudad, con el que no pueden competir ni las grandes superficies. En estos mercadillos existe una atmósfera viva que no se encuentra en otro lugar.

Junto con los mercados que están abiertos a lo largo de la semana, y que son más o menos turísticos cada barrio de Estambul cuenta con un mercado al aire libre un día a la semana. Son mercados populares donde la principal clientela son las amas de casa en busca de una cesta de la compra al precio más ajustado y donde impera el bullicio y la actividad. Donde se venden alimentos, ropa, plantas y menaje del hogar. Quizás sin tanto glamour como los mercados más famosos pero bastante más auténticos, si quereis daros un baño de realismo, pasaros por alguno de estos mercados porque aquí hallareis la esencia de Estambul.

Por ello, además de los que seguro visitarán voy a hablar de otros mercados menos conocidos pero interesantes igualmente para aquellos que vayan con más tiempo y deseen perderse entre sus puestos.

Gran Bazar (Kapali Çarsi)

Comenzaremos con el archiconocido Gran Bazar (Kapali Çarsi). Este histórico mercado construído en 1520 por Mehmet El Conquistador está en el barrio histórico de Sultanahmet y abre sus puertas de lunes a sábado desde las 09:00 hasta las 19:00 horas. Con el mismo tamaño que 40 campos de fútbol, adentrarse a través de cualquiera de sus 15 puertas es hacerlo al interior de una ciudad donde además de millares de tiendas (4.500) encontraremos baños públicos, fuentes, patios, caravasares, y hasta una mezquita. Uno podría pasar varios días en Estambul sin salir del Gran Bazar, pero obviamente dependerá del interés que suscite en cada uno de nosotros. Lo cierto es que la mayoría de las tiendas ya venden los consabidos souvenirs, y que la abundancia de mercancía expuesta en paredes y mesas exteriores puede acabar por saturarnos, pero bien merece una visita sin prisas. En sus más de sesenta calles veréis tiendas de alfombras, artículos de piel, cerámica, joyerías…etc. Al margen de las compras y de las multitudes, el Gran Bazar es un mercado bellísimo donde la luz natural se cuela a través de las diminutas ventanas de sus techos abóvedados creando halos de luz que parecen subrayar su carácter casi mágico.

Mi consejo es que si veis algo que os guste no lo dejéis para más tarde porque seguramente luego no encontréis de nuevo el mismo establecimiento en esta inmensa cueva de Ali Baba.

Mercado de Libros Antiguos (Sahaflar Çarsisi)

Otra de las paradas obligadas en esta zona es el Bazar de los libros antiguos (Sahaflar Çarsisi). Este mercado es toda una institución en Turquía y abre de 08:00 a 15:00 horas de lunes a sábado. El pequeño bazar se asienta en el mismo sitio que el Chartoprateia, que solía ser el mercado del libro y el papel de Bizancio y que es un punto de encuentro entre los círculos intelectuales y literarios de la ciudad. Situado en un patio junto a la cercana universidad de Estambul, en Beyazit, podría pasar desapercibido si no lo vas buscando. Aquí se venden libros de texto pero además toda clase de libros antiguos de diversos temas: cartografía, historia, coranes, novelas, y, sobre todo reproducciones de láminas y miniaturas otomanas. Pasear por aquí especialmente si uno viene del cercano Gran Bazar es casi balsámico pues la gente deambula tranquilamente entre sus puestos, ojea los ejemplares y charla con los libreros que parecen tan de época como los libros que venden…a otro ritmo.

Bazar Egipcio o de las Especias (Misir Çarsisi)

El Bazar egipcio o Misir Çarsisi está situado en Eminönü, a los pies del Cuerno de Oro y junto a la Mezquita Nueva (Yeni Camii), de la cual forma parte. De hecho el bazar y la mezquita, construidos en el S.XVII por la madre de Mehmet IV tenía una función clara: financiar con los impuestos sobre las transacciones  el mantenimiento del complejo de la mezquita y de sus actividades filantrópicas. En un principio el mercado se especializó en especias y toda clase de lujosas mercancías que provenían de Egipto, de ahí su nombre y es que las especias llegadas desde Oriente a través de la ruta de la seda siempre contribuyeron a la prosperidad económica de Estambul. Hoy día en el interior del bazar y perfectamente expuesta, se venden principalmente especias, frutos secos, recuerdos y delicias turcas, eso sí, dirigidos al turista y por tanto a precios de turista. El exterior es distinto, abarrotadísimo y repleto de tiendas donde podemos encontrar de todo: objetos para el hogar, ferretería, juguetes, ropas, encurtidos, quesos, el famoso café turco…

Mercado de Fatih (Fatih Pazari)

Mercado de Fatith (Fatith Pazari), este mercado se celebra los miércoles hasta la puesta de sol en los alrededores de la Mezquita de Fatith. Es uno de los mercados callejeros más grandes de Estambul y aquí se puede comprar alimentos, tejidos, plantas. La zona de Fatih es una zona de mayoría musulmana bastante tradicional y muy poco frecuentada por los turistas por ello su mercado es un lugar perfecto para observar la vida cotidiana de la población local.

Mercado de Kadiköy (Sali Pazari)

Mercado de Kadiköy (Sali Pazari), se pone el martes cerca del embarcadero del ferry de Kadiköy en la parte asiática de la ciudad.
Desde aquí salen autobuses que te llevan directamente al mercado (el 8A) o se puede acceder dando un paseo de unos tres kilómetros hasta la explanada del mercado.

Este es también un mercado muy popular donde el ambientillo es fenomenal. Los tenderos vocean su mercancía subidos sobre las tarimas de sus puestos para animar las ventas y las expertas amas de casa luchan por conseguir las mejores ofertas en los artículos cotidianos y del hogar.

Otros mercados

En el mismo lugar se pone el famoso mercado de las pulgas o Bit Pazari todos los domingos hasta la hora de comer. Aquí se pueden encontrar objetos singulares, antigüedades, libros y cacharrería diversa. Si os gusta revolver y curiosear este es vuestro lugar.

En una ciudad rodeada por el mar como Estambul el pescado es un producto omnipresente. A aquellos que les guste llenarse los ojos con las mejores viandas del mar les recomiendo tres mercados: mercado de pescado de Kumkapi, situado en el extremo sur de la ciudad, junto a la avenida Kennedy y tocando al puerto. Abre a diario desde bien temprano hasta que se acaba la mercancía. Podréis ver cómo mucha de la mercancía expuesta coletea aún viva en recipientes llenos de agua. Algunos restaurantes de la zona te ofrecen la posibilidad de que tú elijas la mercancía y ellos te la preparan. La visita merece la pena porque podréis pasear por el barrio de pescadores de Kumkapi, que, aunque vereis que está bastante deteriorado conserva mucha arquitectura tradicional otomana.

Otro mercado de pescado que os gustará por su color y su variedad es el mercado de pescado de Besiktas, junto al estadio de fútbol. El fresquísimo pescado capturado en el mismo mar de Mármara y expuesto con maestría es un verdadero placer para los sentidos. Pero sin duda alguna que el más famoso es el mercado de pescado de Galatasaray, o Galatasaray Balik Pazar, ubicado en el colorista Çiçek Pasaji (pasaje de las flores). Una calle cubierta llena de pequeños restaurantes y tabernas turcas donde embriagarse de la atmósfera cosmopolita y oriental de Turquía y recompensar a nuestro paladar. Dicen que ningún otro lugar de Turquía puede competir con la variedad y calidad del pescado que se vende aquí y que surte a los restaurantes de los alrededores.

En la plaza mayor del bohemio barrio de Ortaköy todos los domingos por la tarde se pone un mercado de artesanías, joyerías y bisutería turca original. Se forma una auténtica fiesta a su alrededor pues la población local se pasea, se sienta a la orilla del Bósforo, degustan las gigantescas patatas asadas (kumpir) que se venden en los kioscos de los alrededores y el ambiente festivo de domingo es muy agradable.
Evidentemente no están todos los que son, sé que me dejo muchos otros mercados en el tintero, sólo he pretendido hacer una aproximación al tema para dejar patente que hay vida después del Gran Bazar.