Al norte de la Plaza de Taksim se extiende en el distrito de Sisli una zona de la ciudad acomodada y señorial en la que viven una gran parte de los expatriados residentes en la ciudad así como las familias estambulinas más adineradas.
Profesionales liberales como abogados, médicos, artistas, profesores y periodistas tienen en Nişantaşı su hábitat natural.
No es una zona nueva, aunque aquí encontraremos novísimos hoteles de lujo y lo último en diseño. Se respira en ella una cierta nobleza con sus edificios de corte neoclásico y «art nouveau» y sus calles despejadas y de aire europeo.

Fotos Nisantasi | Wikimedia

La zona era en tiempos un campo de tiro donde arqueros y sultanes se ejercitaban en el tiro al arco. De ahí le viene el nombre al barrio pues Nişantaşı hace referencia a una especie de obeliscos que marcaban los objetivos de tiro.

Cuando los sultanes otomanos abandonaron la residencia de Topkapi y se instalaron en los nuevos palacios a orillas del Bósforo, la camarilla de príncipes, visires, grandes visires y demás altos funcionarios con poder de la corte comenzaron a construir sus residencias en lo alto de esta colina. Bellas casas palaciegas de madera con grandes jardines que comenzaron su declive al llegar la república, cuando todos estos príncipes y altos funcionarios fueron desposeídos de sus cargos e influencias. Entonces la falta de cuidados y el abandono se fueron apoderando del barrio y muchas casas acabaron ardiendo o siendo derruidas. En esos solares se comenzaron a construir la mayoría de los edificios que contemplamos hoy, y se ha conservado ese aire señorial al que hacía referencia al principio.

Caminando desde Taksim hacia el norte en línea recta algo más de un kilómetro, una nueva ciudad se abre ante nuestros ojos. Es verdad que hay nuevos hoteles de cadenas internacionales, y muchos coches, un mal casi endémico en la ciudad, pero también hay espacios verdes, no se tiene la sensación de abigarramiento o de opresión que se puede experimentar en otras zonas de la ciudad. También sus habitantes son distintos, se diría que estamos en un Estambul más occidental, incluso más chic, donde los velos han sido sustituido por los tacones y las minifaldas, los carritos de venta ambulante por las tiendas de delicatesen y los bazares por coquetos centros comerciales de lujo como el emblemático City´s.

estambul_portada_libro_orhan_pamukCafeterías, boutiques y restaurantes elegantes abundan en las calles más céntricas del barrio y no faltan los clientes turcos y extranjeros disfrutando del buen vivir que se masca en el aire. Cuatro calles concentran una gran cantidad de firmas internacionales: Rumeli caddesi, Valikonagi  caddesi,  Tesvikike caddesi y la “milla de oro”, Abdi Ipekçi caddesi, la calle más cara del país. Pero no hay que pensar que Nişantaşı sólo es el lugar de concentración de la gente guapa, saliendo del epicentro del barrio se observa un cierto aire bohemio que se hace más visible fuera de los oropeles y los brillos del lujo evidente. Fuera del núcleo comercial es la zona de la ciudad donde viven numerosos artistas e intelectuales turcos y extranjeros, lo que acentúa su ambiente cosmopolita. Una pequeña fracción de burguesía bohemia y nativos de menor extracción social se mueven a su alrededor. La primera vez que oí hablar de Nişantaşı fue a través de la novela del nobel  Orhan Pamuk, “Estambul, ciudad y recuerdos”, ya que este fue su barrio de la infancia y lo describe a lo largo de un par de capítulos en la novela. Realmente son más descripciones emocionales que físicas, pero me picó la curiosidad. Así que en mis muchas visitas a la ciudad ya tocaba conocerlo. Creo que el barrio de Nişantaşı es capaz de romperle los esquemas a todo el que no haya oído hablar de ese otro Estambul que de tradicional tiene poco y donde generaciones de familias turcas orgullosas de sus ideales republicanos han consolidado el vecindario como un bastión de los valores laicos y la occidentalización.