Aunque el 75% de la población de Singapur ya es de origen chino, es decir, son con diferencia el grupo más numeroso de población, curiosamente también aquí existe un «barrio chino» como en tantas ciudades del mundo.

Y así, buscando un poco de vida, incluso de tipismo, pero al mismo tiempo temiendo que este fuese otro parque temático para turistas, me dirigí hacia allí. Resulta que quedaba tan sólo a unos 300 metros de mi hotel, por lo que pude visitarlo en varias ocasiones.

Disfruté mucho del paseo, pues pude comprobar que aunque su corazón, realmente sean cuatro calles mal contadas en realidad, el barrio chino es más extenso de lo que se delimita en el mapa. Para los que no estéis cerca, de todos modos las distancias en Singapur son bien llevadas porque el metro funciona muy bien, en este caso hay una parada de la línea morada en el mismo Chinatown, que se llama así.

Pues como os decía, el corazón del barrio chino es una pequeña manzana, pero todos los alrededores nos recuerdan su cultura. Bajos edificios de carácter colonial en madera, hoy reconvertidos en negocios, en cuyos bajos hay soportales llenos de pequeñas tiendas y casas de té, rodeados por rascacielos, calles tortuosas llenas de bares y restaurantes, pequeños hoteles y hasta algún hostel. De hecho, a tan sólo unos minutos caminando un grupo de cinco calles concentra una de las zonas más de moda de la ciudad: Club Street, Ann Siang Road, Neil Road, Duxton Road y Keong Saik Road.

En el mapa veréis que se trata de una manzana delimitada por dos templos, el hindú y el chino. En la misma acera además, 50 metros más abajo tenéis una pequeña mezquita remozada en verde, la Jamae Chulia,  la más antigua de la ciudad. Huelga decir que no hay ninguna clase de conflicto entre ellos y que la gente puede entrar y visitar libremente el que quiera.

Pues como decía, son unas pocas calles más principales New Bridge Road., Maxwell Road., Smith Street, Pagoda Street y Temple Street y algunas otras más secundarias que salen de ellas, todas con una historia detrás. Temple Street, por ejemplo, (antes Joaquim Almeida Street, en honor a un mercader, doctor y cónsul de Portugal que era el propietario de las tierras donde se asienta el templo) era una calle llena de prostitución, fumaderos de opio y crimen, muy poco recomendable. Sago Lane, junto al templo budista (y Sago Street) recibe su nombre de las muchas fábricas de sagús que había en la zona a mediados de la década de 1800. Sin embargo, Sago Lane, es más famosa (o infame) por otra razón: sus casas de la muerte. En el pasado, cuando la mayoría de los inmigrantes chinos vivían hacinados en reducidas áreas en Chinatown, los enfermos terminales iban a una casa de la muerte donde literalmente esperaban la muerte, pues según la superstición china, la muerte nunca debe ocurrir en una casa o traería mala suerte a sus habitantes. Aunque nos pueda parecer que estas casas de la muerte son algo morboso, prestaban un servicio muy necesario para los primeros inmigrantes chinos, muchos de los cuales llegaron a Singapur sin parientes que los pudieran ayudar o asistir. Los operadores de la casa de la muerte también llevaban a cabo un funeral para los muertos, para que tuviesen una despedida ceremonial adecuada. Las casas de la muerte fueron prohibidas en 1961.

Estas calles peatonales están llenas de tiendas donde seguro encontrareis los típicos souvenirs que no hallasteis en el resto de la ciudad. Pero también de tiendas tradicionales donde encontrar remedios medicinales, (o simplemente intentar entender qué son o para que pueden servir las cosas más extrañas que os podáis imaginar), kimonos y trajes típicos, amuletos de jade y orfebrería ( por supuesto dirigido al turista, más made in china que artesanal).

También hay decenas de restaurantes pues Pagoda Street es una calle de las que aquí llaman Food Street o Food Court en la que casi todos los locales son de comida, tanto comida rápida, que uno se lleva y se puede comer sentado en una de las muchas mesas de madera que hay acondicionadas para este fin, como restaurantes al uso donde tomar una cerveza Tiger bien fría. Estás en el lugar en el que decidirse a probar algunos de los platos más famosos de la gastronomía mestiza de Singapur, como el cangrejo, en sus muchas versiones: Chili crab (cangrejo picante), Crab bee hoon (cangrejo con fideos), Butter crab (salteado en mantequilla). Otro de los platos típicos populares es el Chicken Rice, o pollo al estilo hainanés, servido con arroz blanco. Los singapurenses son unos fanáticos de la comida, y en esta calle hay mucha variedad. Como curiosidad sabed que los puestos exponen su nivel de higiene en un certificado bien visible, por si alguien es un poco escrupuloso, y los de aquí tienen una A casi todos.

Uno de los puntos de interés de la zona es el Singapur Heritage Cente, un museo de tres plantas donde se relata la vida de los primeros colonos chinos; o el Museo del café, una tienda muy antigua en la que se puede degustar café. Además en domingo, podréis ver enjambres de abuelos jugando al Mahjong junto al mercado de Chinatown, así como una especie de mercado de segunda mano anexo en el que sobre el suelo la gente intercambia las cosas más variopintas.

Otro de los puntos de interés son los templos: Tempó hindú, Sri Mariamman (South Bridge Road), construido en 1827. Fue en el primer templo hinduista de Singapur. Es bien visible por su  gopuram multicolor adornado con esculturas pintadas de dioses y otros seres divinos y celestiales. Desde su creación sirvió de cobijo a los nuevos inmigrantes, especialmente del sur de India, de ahí quizás el que arquitectónicamente este sea tan colorista, alegre y vibrante  como los templos de allí, especialmente durante la oración, se puede visitar y tomar fotos sin mayor problema. Además de sus servicios y funciones religiosas, el templo promueve diversas actividades sociales, culturales y educativas. Es conocidísima su ceremonia en la que los devotos caminan sobre las cenizas ardientes (Theemiti) para demostrar su fe y devoción, que se celebra cada mes de octubre y noviembre.

Y el templo Buddha Tooth Relic Temple, un templo budista de reciente creación (2007) situado en la rotonda que desde Tanjon Pagar comunica con New Bridge Road, con un estilo arquitectónico de la dinastía Tang y construido para albergar la reliquia del diente del Buda histórico. Según entendí, se dice que la reliquia de Buda de la que obtuvo su nombre se encontró en 1980 entre las ruinas de una estupa en ruinas en Myanmar. Por lo visto, la reliquia puede ser visitada por el público en el cuarto piso del templo. Si el exterior del  templo ya llama de por sí la atención por su rojo intenso y sus distintos tejados superpuestos, en su interior descubriremos decenas de detalles en paredes y techos, incontables figuras de oro de Buda, un enorme incensario donde se depositan las barritas de incienso, y la imagen principal de Maitreya flanqueado por dos Bodhisattvas … lo único a tener en cuenta, como en el caso del templo hindú es que por respeto, hay que ir vestido, cubriéndose los hombros y rodillas, allí os dejarán un pañuelo de forma gratuita si lo necesitáis.