A escasa hora y media de Málaga capital, en la frontera de las provincias de Cádiz y Málaga y al cobijo de la Sierra de Cádiz emerge Setenil de Las Bodegas, un pueblo asombroso, tan original y pintoresco que no podéis dejar de hacerle una visita. Setenil se encuentra en la línea divisoria de dos parques naturales emblemáticos (Grazalema y la Sierra de las Nieves) y formando parte de la Ruta de los pueblos blancos de Cádiz.

En él las casas se adaptan al entorno natural y se asientan sobre las rocas e incluso dentro de ellas en escarpadas calles con diferentes niveles de altura.
El entramado de las calles, la singularidad de sus casas cueva semitroglodíticas y los famosos tajos excavados por el río son el principal atractivo y reclamo visual para el visitante.

Ya había visto algunas fotos antes de ir y me había llamado la atención cómo las rocas y las casas estaban perfectamente integradas las unas en las otras y como en algunos de sus rincones la roca parecía cubrir el cielo por encima de las casas. Y doy fe de que esto es así, ¡En Setenil hay calles donde el cielo es de roca! la casa rural que alquilamos, en la calle Cuevas de Sombra quedaba totalmente tapada por una gran roca, la cual podías tocar con las manos al asomarte a la ventana. Y la misma roca era además la pared de una de las habitaciones. El hecho de usar parte de la roca natural en la construcción hace de estas casas que estén perfectamente acondicionadas para el invierno y el verano pues la temperatura es constante en su interior entorno a los 23º todo el año.

Setenil_vistas

El origen de su gentilicio es romano aunque se piensa que Setenil ya estuvo poblado desde la prehistoria.  Su nombre actual viene del latín Septem-Nihil, que significa «Siete veces nada», que fueron las veces que los cristianos intentaron conquistarla a los árabes sin conseguirlo hasta el 1484 en que los Reyes Católicos lo consiguen, conquista que se consideraba la puerta para la reconquista del reino nazarí.

Las imágenes más conocidas del pueblo son de las Calles Cuevas de Sombra y Cuevas de Sol, ambas discurriendo en paralelo al río. En Cuevas de Sol la roca hace de particular “visera” y quizás sea de las imágenes más difundidas del pueblo, en los bajos hay multitud de restaurantes donde se podrá encontrar un lugar agradable donde parar a comer y disfrutar de la gastronomía local: chacinas de elaboración tradicional, sopas cortijeras, migas, cocidos, masitas, batatas con miel…etc. Los viernes el mercadillo semanal se pone aquí.

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Pero son también muy pintorescas la calle Herrería, Las Calcetas, Las Cabrerizas, Jabonerías etc etc. Eso sí, hay que estar en buena forma para recorrerlo pues es un pueblo de calles muy empinadas, pero el esfuerzo merece sobradamente la pena.

Fuera del pueblo se pueden admirar bellos paisajes del mismo tipo de roca que abunda en la zona y cuyos bajos erosionados por las aguas del río durante siglos (escarpes del Trejo) permiten su uso en la construcción de estas peculiares viviendas. Además veremos paisaje de olivares, cereales y demás cultivos en el recorrido que desde Setenil parte a lo largo de distintas rutas: Escarpes del Río Trejo, Los Bandoleros, Las Limosnas, la de la próxima ciudad romana de Acinipo, Los Olivos, o la recientemente inaugurada Ruta de los Reyes Católicos.

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De todas ellas os podrán informar en la Oficina de Turismo ubicada en la Casa Consistorial cerca de la Plaza de Andalucía, centro histórico de Setenil, en la parte más alta de este escarpado pueblo. El castillo y su Torre del Homenaje, la iglesia de Nuestra Señora de la Encarnación, la antigua Casa Consistorial y las ermitas de Nuestra Señora del Carmen y de San Sebastián son algunos de sus lugares de mayor interés.

Su semana Santa fue declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional de Andalucía por el singular recorrido de las procesiones debido a la arquitectura urbana y a la “rivalidad” entre dos hermandades, La Santa Vera Cruz y Nuestro padre Jesús.