Se dice que para conocer China hay que ver tres ciudades: Pekín para conocer la China del presente, Xian, para conocer la China del pasado y Shanghai para conocer la China del futuro. Shanghai es el nuevo centro financiero y comercial de China, el símbolo de su “milagro” económico y nos muestra la cara más moderna del gigante asiático.

Una metrópolis futurista con una fuerte presión demográfica provocada por el masivo éxodo rural consecuencia de la industrialización del campo, donde conviven más de veinticuatro millones de almas en una superficie de apenas 6.500 km2. Para que nos hagamos una idea, en España nuestra población es más o menos el doble en una superficie setenta y siete veces mayor.

Hoy Shanghai es la tercera ciudad del mundo por población según los informes de la ONU (tras Tokio y Nueva Delhi,) y es también una de las ciudades que crecen a mayor velocidad del mundo, con todos los desafíos y problemas asociados a este desarrollo urbano acelerado.

Se dice que Shanghai es la Manhattan de Asia, lo que no deja dudas es que tiene un magnífico skyline que poco le tiene que envidiar al americano, ostentoso, glamuroso y espectacular. Un skyline que combina a partes iguales joyas de la arquitectura china, británica y francesa (testimonios de la “colonización” llevada a cabo por las potencias occidentales imperialistas durante las décadas de 1920 y 1930) y que llevó a la ciudad a recibir el sobrenombre de la “París de Oriente”, con los rascacielos más vanguardistas de la tierra, erigidos a partir de la década de los 90s del siglo pasado, coincidiendo con la apertura del país a los mercados internacionales.

Para disfrutar de ello, lo antiguo y lo vanguardista es de lo más recomendable el crucero por el río Huangpu, sobre todo al anochecer, ya que en la vista nocturna de Shangai es fácilmente reconocible este futurismo.

 

El río Huangpu (黃浦江)

Es uno de los iconos de la ciudad de Shanghai. Con una longitud de 114 kilómetros, este río que nace en el Lago Taihu y que confluye en la misma ciudad con el río Yangtze, divide a la ciudad en dos partes, al este Pudong, (la nueva zona financiera) y al oeste Puxi, (donde se encuentra la ciudad antigua y se situaron las concesiones extranjeras).
Ambos ríos desembocan en el Mar del Este de China.

El Huangpu, del cual la ciudad de Shanghai extrae la mayor parte de su agua potable, se  considera la columna vertebral de Shanghai. Sus aguas densas y contaminadas apenas reflejan un cielo plomizo en el que es no es difícil aventurar que no estamos rodeados por la niebla sino por la polución medioambiental. Así mismo el Huangpu tiene su historia, dado que fue conscientemente desviado del mar con el propósito de hacerlo desembocar en el Yangtze entre los siglos XII y XV. Además, en el pasado también hacía las veces de cementerio; en la década de 1930, los chinos pobres que no podían pagar el entierro de sus parientes lanzaban los cuerpos al río y realizaban sus ritos funerarios en él.

 

Crucero por el río Huangpu

El tramo más importante del río Huangpu es el que separa  con sus 400 metros de anchura las zonas del Shanghai colonial, “el Bund”, con el Shanghai más ultramoderno, la nueva zona financiera de Pudong. Este tramo se puede recorrer en un crucero. Lo más recomendable es hacer el crucero durante la noche para apreciar la espectacular iluminación de los rascacielos más emblemáticos de la ciudad, que compiten no sólo en diseño sino también en la composición de su iluminación donde todo vale, fachadas con publicidad, imágenes de navidad, rayos láser de colores bailando sobre las nubes…etc, etc.

En un lado tendremos los neones de los rascacielos de Pudong, entre ellos la “Perla de Oriente”, que es la torre de TV más alta de Asia y la tercera más alta del mundo, justo entre los puentes de Yangpu y Nanpu; el Shanghai World Financial Center, el edificio más alto de Shanghai y uno de los rascacielos más grandes del mundo, o la Torre Jin Mao, su antecesor en ostentar el record de altura en la ciudad, entre otros.

En el otro lado, quizás menos espectaculares pero atesorando parte de la historia de la ciudad,  los edificios coloniales de la zona del Bund, conocida como el «Wall Street de Oriente» en la orilla occidental del río. El tramo más conocido del Bund es Zhongshan Lu, con una extensión de más de un kilómetro. Se extiende desde el Puente Nanpu, al sur, hasta el Puente Waibaidu, al norte. El Peace Hotel es el edificio más emblemático del Bund, así como el del Banco de Hong Kong y Shanghai.

Veréis que por el río navegan todo tipo de embarcaciones: desde ferris con destino a Japón o Corea del Sur hasta sampanes chinos, barcazas mercantes, acorazados, barcos de recreo y cruceros turísticos.

 

¿Dónde coger el crucero?

Los cruceros parten del extremo sur del Bund, en el muelle de Shiliupu todos los días desde las 9:00 hasta las 21:00. Y en la otra orilla del río, en el muelle Pearl Dock en Lujiazui (Pudong). Hay cruceros con una duración desde los 40 minutos hasta las dos horas, y los hay que ofrecen la cena durante su recorrido. Yo pagué 120 yuanes (precio de 2016) por uno de cuarenta minutos, unos 18€.